martes, 30 de octubre de 2007

CONVENIO DE LAS CAJAS O CONVENIO SOLAMENTE PARA ALGUNAS CAJAS


Es de dominio público que en los órganos representativos
de las cajas el tamaño de las entidades determina su
peso en votos a la hora de tomar las decisiones. Eso
parece razonable en cualquier tipo de organización
representativa.

Lo que ya no es tan razonable es que los intereses de
pocas y grandes predominen sobre los del conjunto del
sector. Igual de poco razonable como que la mayoría de
las cajas racanean en el convenio para luego tener
margen en cada entidad a la hora de negociar o de
establecer incentivos u otras mejoras unilateralmente.

Pero cuando hablamos de decisiones que afectan a la
competencia y a la cohesión del sector, como son los
horarios regulados por convenio, no es admisible hacer
acuerdos a medida solamente de algunas, pocas y
grandes.

La mayoría de cajas deben ignorar que, mientras estaban
reunidas el día 18 deliberando sobre el preacuerdo
alcanzado con CCOO y CSICA, el Consejo de
Administración de “La Caixa” estaba reunido acordando la
creación de una red de 61 oficinas de empresa con una
dotación, aproximada, de 500 trabajadores. En dicha
reunión los representantes del personal (2 de CCOO y 1
de SECPB-CSICA), según leemos en la circular de CCOO
de “La Caixa” de fecha 19-10-07, requirieron “de forma
conjunta que se negocie con la representación sindical
para establecer una regulación de estas “nuevas
oficinas””.

Ahora ya cuadra todo. Máxime si tenemos en cuenta que
Caja Madrid ya tiene 100 oficinas de empresa en
funcionamiento y Caixa Galicia 45.

Como siempre algunas entidades, con la aquiescencia de
CCOO y CSICA, utilizan el convenio no en clave de los
intereses del sector sino en beneficio propio. ¿Hasta
cuando?

miércoles, 17 de octubre de 2007

Enterese sr. Director General, énterese: "ESTO NO ES LA JUNGLA DE CRISTAL, NO SOMOS HEROES


“Esta noche he tenido un sueño; bueno, pensándolo bien, una pesadilla.
Estábamos en la oficina y nos atracaron. Alguien con una pistola nos pedía que le entregáramos el dinero; mi compañera le dio una descarga del reciclador, pero los atracadores querían más. Le pidieron que lo abriera y le comentamos que el retardo era de 10 minutos, que habría que esperar. Nos contestó que introdujéramos la clave rápida para saltarnos el retardo, pero no la teníamos, hacia unos día que la habían quitado.
Las normas para protección del efectivo son contundentes y parece que este método ya había sido empleado para otros atracos y habían vaciado el reciclador. Los atracadores no se creyeron lo que les decíamos y siguieron insistiendo en que abriéramos el reciclador, ya con muy malas maneras.

Esto no es “la jungla de cristal”, no somos héroes.

La protección del dinero está asegurada con los recicladores, los retardos, las
cajas.... y garantizada con los seguros. Pero....¿y la nuestra? Se han quitado búnkeres, se han suprimido gastos de vigilantes, en el mejor de los casos existe un arco de seguridad que no siempre funciona, se disminuye plantilla, no se cubren las ausencias,....
¿Habrá que esperar, como siempre, a que ocurra una desgracia para tomar
medidas? Somos la mejor inversión que ha podido realizar esta empresa, el capital
humano es lo que hace funcionar el negocio. Y no lo olvidemos, los empleados de cara al público, en oficinas, son los que generan negocio y beneficio. ¿No seria bueno ocuparse un poquito de su seguridad?

Bueno ,en definitiva, tal vez solo haya sido un mal sueño.........”

Anónimo recibido de un compañero de Madrid.