lunes, 20 de octubre de 2008

¿Fusiones? ¿qué fusiones?.


Desde hace meses, demasiados, un rumor recorre los pasillos y las oficinas de las entidades financieras, e iberCaja no es una excepción.

Pero hace pocas fechas y al calor de la crisis que ha llegado allende los mares, el rumor se ha convertido en portada de periódicos y en motivo de declaraciones políticas.

UGT declara que una fusión no es una cosa baladí y que en momentos de tensión los experimentos... “con gaseosa”. Los problemas de todo tipo, organizativos, laborales,... que conlleva este tipo de operación entre entidades con culturas e historias distintas, acarrea frustraciones, movilidad, discusión de derechos, pérdida de carrera profesional, etc., etc.,...

Y a pesar de que todo el mundo sabe esto, somos conscientes que cuando algunos “decreten” la fusión de fulanito y menganito, poco podemos hacer los trabajadores.

Por todo esto desde UGT pensamos que los momentos de turbulencia actuales no son los mejores para realizar este tipo de operaciones y que desde luego no deben ser el resultado del interés mediático o de las ganas de relumbrón de políticos o gestores poco serios.

Y si hay que afrontar una fusión, UGT estaría de acuerdo siempre que
  • La entidad resultante tiene que ser superior en recursos y potencialidades a la mera suma de las entidades fusionadas.
  • Debería suponer una mejora importante para la inversión y la acción social en los territorios en los que se encuentran implantadas.
  • El protocolo laboral previo a la fusión garantice las condiciones laborales y sociales de los trabajadores de la nueva entidad.
Y debe haber acuerdo total entre los órganos de gobierno de las entidades afectadas y un claro consenso sobre el liderazgo y el procedimiento a seguir.

Y por supuesto insistimos en nuestra más enérgica oposición a que ésta situación sobrevenida en la que se encuentra el sector de cajas de ahorros, debido a las malas prácticas y a la ambicióndesmedida de algunos gestores, sea la “excusa perfecta” para que a través de una generalizada emisión de cuotas participativas se meta el caballo de Troya de la privatización, y se destruya el status jurídico de las cajas de ahorros españolas.