jueves, 26 de noviembre de 2009

64.132.000.xx




Los subdirectores más espabilados enseguida habrán reconocido que el número del titulo corresponde a la codificación de una cuenta contable: la cuenta que recoge los gastos de mantenimiento de cada oficina.

Incluso aquellos que tengan más curiosidad y tiempo deberían “mirar” despacio cada cosa que se carga en esa cuenta con detenimiento, aunque solamente tenga derecho al pataleo y no limitarse a visar sin más.

Todo ésta historia viene a cuento de que hemos descubierto que a pesar de que hay un departamento, nuevo y flamante, que se llama “Control del Gasto”, no sabemos si controla mucho.

También es posible que como hay tanto que controlar, no llegue a todo. Igual tiene que aumentar su plantilla; mira que bien, ahora que hay tanto paro.

Pero cuando sabemos que se pueden pedir explicaciones por haberse gastado 10 euros en una comida o que directamente se ha insinuado que ni pensar en pasar esa nota de gastos, y luego se cargan cientos de euros por arreglar cualquier tontería, o aunque no sea tan tontería, en una oficina de una capital de provincia, ya que ha ido una empresa desde Zaragoza y ha facturado dietas, kilometraje... algo falla. Y mucho.

En una empresa donde no hay “dueño” y cada “jefecillo” se ha considerado el “rey del mambo” se cometen muchas alegrías, y en tiempos de vacas gordas... ancha es Castilla, que la pólvora la paga el Rey.

Pero ahora que toca, por necesidad, apretarse el cinturón, a alguno habrá que ponerlo en su sitio, aunque eso le signifique que el pata negra que pudiera recibir ésta Navidad, no será tan negra.

Con ejemplos como éste, y otros parecidos que sabemos, las oficinas aguantan y tragan (otra vez, que remedio), mientras prolongan la jornada y se rascan el bolsillo en el día a día.

Pero “obligar” a la “infantería” de la Red a ser obedientes y sumisos, mientras se es magnánimo con el poderoso, no es la mejor forma de dirigir personas.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Cadenas de ¿Oro?

Me gustan las reuniones en el sindicato, sabes que propongas lo que propongas, por claro que lo tengas, siempre habrá alguin que levante la mano y diga " a mi eso no me parece parece bien; podríamos hacer esto...o lo otro...".

Se discute, se reformula y luego se vota; es lo que tiene la democracia, y lo que hace grandes a quienes la "usan" para su funcionamiento interno.

Primero porque le das muchas vueltas antes de proponer algo y después poque seguro que le sigues dando vueltas, ¿no tendrá razón fulanito?

En las organizaciones dictatoriales también se puede discrepar, incluso hay leyes para perseguir a aquellos que "discrepan demasiado", pero poder, se puede.

Pero hay organizaciones donde nadie discute lo que el "lider" dice, cuando éste suelta su discurso, sus propuestas, sus recomendaciones, el resto asiente sin decir nada.

Estas organizaciones son las SECTAS

Por eso después de alguna reunión de "trabajo", donde uno habla y el resto asiente, me pregunto ¿no me abré metido en una secta?, ¿por qué nadie levanta la mano?, ¿nunca se equivoca el ponente? ¿acaso las tienen atadas con cadenas... de oro? ¿ de pasotismo? o ¿de miedo?

jueves, 19 de noviembre de 2009

PRESIONES DESPROPORCIONADAS (e injustificables)

Todos sabemos en qué fechas estamos.Con la mitad del mes de noviembre ya consumido, el ejercicio va apuntando a su fin y, con ello, el tan temido recuento de los objetivos del año.

Sabemos que el año ha sido, está siendo, malo y no ponemos otro apelativo peor porque, ojalá nos equivoquemos, el siguiente ejercicio puede que deje a éste en buen lugar.

En estas circunstancias, muchas oficinas se encuentran con la desagradable constatación de que están muy por debajo de la consecución de objetivo de otros ejercicios. Y ya sabemos qué viene aparejado en estas circunstancias: la loca carrera para, al menos, tratar de maquillar los datos finales. Baste como ejemplo de lo absurdo de determinadas situaciones, creadas a raíz de esta vorágine maquilladora, un anónimo que hemos recibido este mes y que, dada su extensión, no publicaremos como nota sindical sino como colaboración en el próximo Info-UGT.

Más o menos, la mayoría de las oficinas están en esa tesitura, pero no en todas se habilitan las mismas armas para mejora el ejercicio ni, por desgracia, en todas se dispone de equipo directivo que sepa distinguir entre, por una parte, dar un empujón a las ventas con talento (y buenas maneras) y, por otra, calzarse el látigo de cómitre galerero para azuzar (siendo suaves con el término) a sus subordinados sin talento, ni maneras y pisoteando la dignidad de empleados que llevan lustros realizando su trabajo con eficacia y eficiencia, según se les ha dicho más de una vez.

Curiosamente, la mayoría de los casos que nos han llegado responden a patrones fijos. Por una parte, algunos directivos a los que les duele anticipadamente el bolsillo por los extras que no van a cobrar por objetivos, y los segundos, muchísimo más peligrosos, que se corresponden con recién llegados a las oficinas que parecen que tienen que marcar territorio para poder presentarse ante sus superiores y decir "mira qué bueno que soy, te he levantado la oficina en tres meses ; el puesto se me queda pequeño...", aunque para ello haya tenido que minar la salud física y psicológica de sus empleados mientras ellos, posiblemente, han estado tocándose los bajos sentaditos en su despacho o charlando con algún cliente vip en el bar de la esquina.

A esta cuadrilla de trepas-latigueros de nuevo cuño hay que pararles los pies ya. Como la mayoría de los acosadores (seguimos siendo condescendientes y laxos con los términos empleados) acostumbran a ser unos cobardes (presuntos) que basan todo su poderío simplemente en su posición más elevada en el escalafón, suele ser bastante efectivo que, con la autorización expresa del acosado, un representante sindical le haga cierta llamadita o visita para tratar de aclarar qé está ocurriendo bajo el recordatorio de que las denuncias por acoso existen y suelen ser tomadas muy mal por sus superiores que podrían verse retratados sin querer en tan lamentable espectaculo.

Como seguramente todo será un triste malentendido, las presiones tenderán a desaparecer como por arte de magia, pero para eso hay que retratarse, esto estener el valor de enfrentarse con el acosador (presunto) sabiendo que tienes a tu lado a alguién que defenderá tus derechos.

Sí, hay que echarle valor al asunto, pero mejor un mal trago que puede durar unos días mientras todo se aclara que tragar varios años mientras tu salud mental se deteriora.

Afíliate. Es por tu salud.

jueves, 5 de noviembre de 2009

NO. Así, NO.


(*)


(*) Para los que tengan alguna duda con el italiano:

“la cassa”....................... La caja 
“Cassa de risparmio”..........Caja de Ahorros
“Ravenna” ......................Ciudad italiana (muy bonita, por cierto)      
“S.p.A”...........................Sociedad por acciones

Societá Financiera di Banco Romagnolo” Lo que su propio nombre indica.

Dijo un santo en cierta ocasión, “En tiempo de turbación, no hacer mudanza” (S. Ignacio de Loyola).

Nadie podrá acusar a la UGT de izquierdismo dogmático si utilizamos los dichos de un santo de la Iglesia Católica, para aumentar nuestros argumentos en contra de lo que parece ser el inicio del fin de un concepto de entidad financiera que durante muchos años ha sido la envidia del mundo mundial.

La operación de Cajastur sobre CCM a través de ficha bancaria, bendecida por el Banco de España, dado que “ahorra dineros a la sociedad” (cosa que también hubiera ocurrido si el Banco de España hubiera cumplido su labor de control antes) crea una gran incertidumbre sobre el futuro de las cajas en este país.

Como ha dicho un alto cargo de iberCaja, en estos tiempos “la única certeza, es la incertidumbre” pero la solución a los problemas creados por la ambición desmesurada, la ingeniería financiera y los bonus “por vender... lo que sea” no puede pasar por el derribo ¿controlado? de un modelo que hace rabiar al capitalismo financiero ya que escapaba de su control.

Es pronto para hacer un análisis más pormenorizado del futuro de esos empleados, de esa Obra Social y de un modo de hacer las cosas diferente.

Pero en esto la responsabilidad es un poco, o un mucho, de todos. De esas asambleas y de esos consejos donde los grupos representativos, incluidos los representantes políticos de esa sociedad, han votado casi siempre, o siempre, a favor de lo que decía el presidente o el director general, y con dudas de que más allá de los representantes de los empleados, alguien supiera realmente qué significaba lo que votaba. Y sobre todo, de quienes por Ley tienen el deber de evitar que esto haya ocurrido.

Estaremos vigilantes del desarrollo de los acontecimientos pero de momento, y para no defraudar a aquellos que nos llaman el “sindicato del NO”, decimos “NO” a una solución que pasa por traspasar a una ficha bancaria los empleados y el negocio de una caja de ahorros.

Nos gustaría ver que en esta barca estamos todos.