En esta
caja/banco hay más de uno que se debe sentir solo o muy inquieto en su sillón
de mando. Sobre todo por las tardes, esas horas melancólicas que los mindundis
dedican a sus familias.
Pero ser el “homínido
alfa” tiene sus servidumbres. Hay que mandar correos a las oficinas a media
tarde exigiendo respuesta para demostrar que el macho alfa no descansa, y comprobar
cuantos “machos beta” tiene en su corte. Hay que convocar reuniones a cualquier
hora intempestiva para poder levantar la patita y marcar a los suyos aunque
algún ingenuo crea que se trata de trabajo.
No se trata de
trabajo, claro. Se trata de poder. De demostrar que los suyos comen de su mano.
Que están disponibles
cuando sea y para lo que sea, en especial para guardarle la silla.
Sus peores
enemigos son los que quieren que en una jornada laboral normal se pueda sacar la
faena teniendo buenas herramientas. Los que quieren prosperar por la calidad de
su trabajo y no por su especial vinculación al amo. Los que no se apuntan a su
grupo de favores mutuos aunque el mismo favor lo quiera vender siempre dos o
tres veces. No está bien prometer
la misma dirección a más de una persona, ni jugar con el miedo a la pérdida del
empleo. No se puede permitir
que el “homínido alfa” utilice su posición de superioridad para forzar a rabajadores a incumplir horarios, o presionar
para que se unan a las siglas que
le identifican.
Desde UGT estaremos al lado de los que sufren a los “homínidos alfa” y
“betas”, apoyaremos a los que unen y motivan, y usaremos las armas que la
legislación nos da. El banco ha establecido un horario y un salario. Si el salario se aplica sin contemplaciones,
el horario también. Si
alguien propicia su incumplimiento será el responsable de las sanciones que
imponga la Inspección.
Por suerte en
esta empresa y para su plantilla, hay otros tipos de jefes que SÍ saben escuchar, motivar, hacer equipo, y que cuando tienen
una reunión con sus compañeros, éstos salen animados y con las pilas
puestas y las ideas claras de lo que hay que hacer, con los que es posible el
diálogo.
Ellos SÍ son una esperanza de futuro para todos. Los “homínidos alfa”
y “beta” representan todos los vicios que nos han traído hasta aquí. Sobre este
particular queremos diferenciar lo que son las reuniones de trabajo productivo
de las reuniones de poder. Con la escasez de plantilla que estamos sufriendo,
las reuniones de poder sirven para sostener sillas y a eso no deberíamos
dedicar ni un solo minuto que tendremos que invertir en cumplir los elevados objetivos
que se imponen año tras año.
No estés solo, no te quedes con dudas. Llámanos.