Han asesinado a un director de Caixabank en La Solana (Ciudad Real). Han
podido matar a otra compañera de esa misma oficina, pero logró esquivar el
disparo, se ha librado por los pelos.
Desde UGT condenamos este criminal suceso
y transmitimos nuestro
profundo pesar y apoyo
a familiares, amigos y compañeros por esta muerte innecesaria.
Le ha matado un cliente y los medios ya están especulando con las razones
que llevaron al cliente a hacer esa locura.
Las razones,
dicen.
Siempre que alguien decide poner a los trabajadores de banca en el punto
de mira, y en este caso no es una metáfora, se buscan razones que lo
justifiquen.
“Estaba desesperado”; “se sentía
estafado”, “existían desavenencias” …
A nadie se le ocurre
decir estas cosas cuando es un terrorista el que actúa,
cuando un político es abofeteado, cuando les pegan
a unos guardias civiles …
¿Acaso está justificado el ataque a los empleados bancarios?
¿Acaso no merecemos ser defendidos como en cualquier otro sector?
¿Acaso podemos ser el pimpampum de los problemas de la sociedad?
Quizás la explicación sea que unos, los banqueros, necesitaban dinero (¡y mucho!) y otros, los políticos, necesitaban chivos
expiatorios en los que la gente pudiese descargar su cabreo. Es algo que
siempre ha funcionado ¡si hasta lo hacen
los chimpancés!
Evidentemente no somos un colectivo simpático. “Trabajadores de cuello
blanco” nos llaman, en un concepto de principios del siglo XX, que ya debería
estar ampliamente superado por la evolución de la tecnificación laboral desde
aquella época. Siempre se nos ha considerado privilegiados.
Nadie, ni siquiera nuestras empresas, de ahí esa obsesión por prolongar
nuestra jornada laboral, considera que nuestro esfuerzo está al nivel de
aquellos que realizan trabajos más físicos. ¡Qué ignorancia!
APÓYATE EN UNA ORGANIZACIÓN
SINDICAL FUERTE.
|
Que ha habido
sinvergüenzas en nuestro
sector, pues como en todos los colectivos, y más en los estamentos superiores que en los
que estamos de cara a los clientes o los que nos dan servicio directo en las centrales.
Pero claro tampoco nosotros somos nuestros mejores amigos. Cuesta mucho
extender entre los empleados de banca la idea de colectividad, frente
a la de individualidad que nos vende
la empresa.
¿Pensáis que el director
asesinado estaba al nivel de la alta
dirección de las empresas?
¿Se le puede considerar CUADRO DIRECTIVO?
¿Os creéis que
un director de oficina puede estar FUERA
DE CONVENIO?
NO SEAMOS
NUESTROS PROPIOS ENEMIGOS, DEBEMOS ESTAR UNIDOS. NADIE HABLARÁ DE NOSOTROS BIEN
NI AUNQUE ESTEMOS MUERTOS.