El aumento de la presión por conseguir objetivos, el
empeoramiento de las formas en que en muchas ocasiones se nos transmiten cómo
debemos hacer nuestro trabajo, y la competitividad y rivalidad que se está
propiciando, desde la propia empresa, entre los empleados de cada oficina, al
haber cambiado el discurso “equipo”, por pedir a cada uno qué hace y qué no
hace, está haciendo que se produzcan síntomas físicos que pueden indicar problemas
en nuestra salud.
Si alguno de vosotros se siente identificado con los
síntomas que describimos, nuestro consejo es acudir inmediatamente a un médico
para intentar tomar medidas y prevenir que puedan llegar a más.
¿Cuáles son los síntomas del estrés?
Naturalmente todos estos síntomas, sin poner solución,
suelen degenerar en un
empeoramiento progresivo de la salud,
con un mayor riesgo de sufrir infartos.
Síntomas de infarto de miocardio.-
Evidentemente, la vida poco saludable que exige la empresa
es un serio factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, jornadas que
impiden las relaciones personales y la práctica de ejercicio regularmente,
jornadas que fuerzan a tener que estar sentado de manera prolongada, jornadas
que obligan a una alimentación rápida y poco equilibrada, jornadas que
debilitan progresivamente las defensas naturales y que devienen en estrés laboral.
Con este cóctel mórbido se hace imprescindible estar muy atento a los posibles síntomas
de un infarto de miocardio:
1. Sensación de opresión, pesadez, incomodidad o plenitud en
el centro del pecho, durante dos minutos o más.
2. Dolor que se extiende por el pecho hacia los hombros, el
cuello, la mandíbula o los brazos y espalda.
3. Dolor de pecho asociado a confusión, mareos, desmayos,
desvanecimientos, sudoración, náuseas, palpitaciones, respiración entrecortada,
falta de aire repentina o sensación de ahogo.
Una vez que se llega a este punto, es muy difícil volver al
punto de partida y dejar el marcador a cero.
Valora lo que es prioritario, cuando te vuelvan a llamar
recordándote que en esa bonita hoja Excel tu oficina o tu nombre están
señalados en rojo, cuando te digan que “tenemos que ser los mejores” o que no se
puede consentir que “esa otra zona” sea mejor que “nosotros”. Mientras,
otros se ponen la medalla.
En nuestra empresa cada día las edades son más altas, hace
años que no se contratan fijos a gente
joven. Y por lo tanto la posibilidad de tener problemas de salud se incrementa.
También debería ser más fácil decir NO.
Prueba, te sentirás mejor. Si tú cumples con tu trabajo de 8 a 15 nadie te puede decir
nada, Te sentirás mejor. Si tu oficina tiene más cargas de trabajo que
plantilla, la solución NO es que tú vayas por las tardes a “compensar”; si la
oficina está mal gestionada, la solución NO es que tú metas más horas.
Piensa en tu salud y en tu familia.
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