miércoles, 21 de febrero de 2018

CLUB PRIMITIVA IBERCAJA


Buenos días compañeros, hoy os quiero proponer algo que nos puede enriquecer a todos ¡apuntaros a mi CLUB DE PRIMITIVA! Y por qué, pues porque os quiero hacer partícipes de mi racha en el juego,
¡No, no, que no es ninguna tontería! ¡Que es verdad que estoy en racha! Últimamente acierto todo, y para una muestra la publicación de nombramientos y vacantes de este lunes día 5 y de los anteriores,
¡ah!  eso  sí,  centro  las  apuestas  en  el  Mediterráneo,  más  concretamente  en  el  Levante.  ¡Oye!
¡PLEEENOOOO! Ni un fallo, como en los cursos de seguros.
 
Bueno, después de bromas, si es que se puede bromear con esto, nos pondremos un poco serios.
 
Desde finales de año, se están produciendo una serie de INVITACIONES a renunciar al puesto, al cargo y aceptar una serie de traslados. Siempre se ha dicho que los cargos directivos son puestos de confianza y tal cómo te ponen te quitan. Hasta ahí nada que decir. Pero lo que sucede es que se produce una reacción en cadena cuando tiras la primera ficha del dominó, afectando a muchos más compañeros, aunque lo más flagrante son las formas, presionando a que renuncies (sutilmente) y sin dar explicaciones (como siempre).
 
Lo que llama poderosamente la atención es la procedencia de alguno de los nombrados, y vaya mi felicitación por delante, pues no quiero que se mal interprete lo siguiente: nadie se merece que le cierren la oficina donde se ha dejado el alma para sacarla adelante y cuando puede que fuera una mala decisión su apertura. Como tampoco merecemos vernos obligados a dejar un puesto para que se puedan pagar ciertos favores.
 
Por otro lado, encontramos compañeros que después de estar asumiendo responsabilidades (que no les correspondían), se encuentran que a la hora de cubrir esa plaza no se cuenta con ellos, olvidando el esfuerzo, la dedicación y el desempeñado realizados, generando decepción y desmotivación. Este tipo de decisiones contradicen y nos alejan del modelo pretendido por nuestra dirección de “Liderazgo Inspirador”.
 
Lo que riza el rizo es que te inviten a ocupar, de forma efectiva, un puesto de responsabilidad en una oficina antes de que salga publicada la vacante, sin haber dejado oficialmente el cargo que desempeñas en otra, es decir, coges los trastos y te vas a la nueva. Resultando que lo que se denomina CONCURSO DE VACANTES es toda una mentira, ya que no tiene nada de concurso y mucho de dedo.
 
Este tipo de prácticas no puede ser casual, ni una ocurrencia personal, sino una política diseñada y dirigida desde la más alta instancia, ya que de lo contrario deberían haberse tomado las medidas necesarias para evitar actuaciones de este tipo: agravios comparativos, discriminación, falta de respeto, desmotivación…
amentablemente, pretenden que caigamos, como niños, en el engaño de la transparencia y la igualdad de oportunidades, cuando, al parecer, para nuestra Dirección la plantilla lejos de ser el principal activo somos el principal gasto.
 
Hablando de gasto, ¿hacemos una Primitiva?
  
Vicente el Excelente