Como ya
anticipábamos en nuestra última circular la voluntad
negociadora de las patronales de Ahorro y Banca era mínima por no decir nula;
es bueno recordar que estas negociaciones se iniciaron a propuesta patronal,
urgidos por las sentencias desfavorables y las sanciones de la Inspección de Trabajo, ante las denuncias
de UGT frente innumerables
prolongaciones de jornada denunciadas.
Pero la escasa
voluntad negociadora de CECA y AEB se vio confirmada en cuanto se conoció la
primera sentencia del Tribunal Supremo en la que se establecía la no
obligatoriedad de implantar un sistema de registro de jornada; a partir de ahí
la negociación dio un giro de 180º, pasaron de tener que negociar por
imperativo legal y el peso de las multas,
a sentirse liberados de tener que alcanzar acuerdos, proponiendo simples declaraciones de intenciones sin contenido alguno.
A pesar de todo UGT y el resto de sindicatos
presentes en ambas mesas de negociación, intentamos retomar el pulso a la
misma, presentando nuevas propuestas, pero nuestros esfuerzos resultaron
inútiles, LA DECISIÓN YA ESTABA PREDETERMINADA DESDE
HACÍA SEMANAS Y AL FINAL SOLO PUDIMOS CONSTATAR EL CIERRE DE LAS NEGOCIACIONES
SIN ACUERDO.
Algunos pueden considerar
que ésto se ha terminado, pero se equivocan, lo más importante está en el
propio contenido de las mencionadas sentencias aunque pueda parecer una
contradicción. En ellas se establece que “convendría
una reforma legislativa que clarificara la obligación de llevar un registro
horario y facilitara al trabajador la prueba de la realización de horas
extraordinarias”, son los propios magistrados del Tribunal Supremo los que
ponen el foco en la enorme contradicción que existe entre el control de las
horas extraordinarias, que si es obligatorio y la falta de control
sobre las horas ordinarias. UGT hemos solicitado un informe jurídico
a la Cátedra de Derecho
Laboral de UCM sobre la reforma del Art. 34,35 y concordantes: “JORNADA” del
Estatuto de los Trabajadores.
Para UGT el problema sigue existiendo y hay que atajarlo, es intolerable que las
Entidades Financieras sigan presionando a sus trabajadoras y trabajadores para que prolonguen la jornada laboral,
para que se sigan haciendo horas
extraordinarias no remuneradas y sin cotizar, mientras se destruye empleo y se
despide por estar enfermo, por baja productividad ... Puede que estemos ante el
fin de una etapa pero eso no quiere decir que se acaben nuestras
reivindicaciones, sino puede
ser por la vía jurídica ya estableceremos las vías necesarias para poner fin a
esta situación.