Diecisiete, no es un número cabalístico; ni la terminación
del gordo de Navidad próximo; ni el número de jefes que faltan por jubilarse,
ni siquiera una alusión al concepto “nómina”.... es el número de correos que
recibió una oficina de la DT de Zaragoza en un solo día.
De ellos, 15 del Director de Zona y los 17 entre las 7,24
de la mañana y las 17,52 de la tarde. D-I-E-C-I-S-I-E-T-E.
¿Alguien con dos dedos de frente y alguna experiencia en
gestión de recursos, piensa que es eficaz y productivo enviar 17 correos a una
oficina y esperar obtener algún resultado?
14 de esos 17 se recibieron antes de las 3 de la tarde, lo
que presupone que hubo que gestionarlos dentro de la jornada laboral.
¿Cuánto tiempo se necesita para gestionar cada correo? ¿5
minutos? ¿10 minutos?... ir multiplicando.
¿O solamente se trata de que el cartero conste como que
trabaja mucho porque envía muchos correos, y que más da lo que haga la oficina
con ellos?
¿El DT de Zaragoza “mide” a sus directores de zona por el
número de correos que envían? Porque días de 6,7,8,... correos es lo ”normal”.
Y qué decir de ese espíritu competitivo que intenta
infundir a “sus” oficinas: “no podemos ser la última
zona de la DT”. Que en realidad quiere decir “no puedo ser el ultimo DZ de la DT” traducido
para las más incautos.
Hombre sr. nuestro, pues alguien
tendrá que ser el último, o todos empatados.
A algunos se nos ponen los pelos como escarpias de pensar
que estos compañeros de las DT y DZ, hubieran tenido que gestionar un tema como el de las preferentes, que ha ocurrido en
otras entidades.
¿Os imagináis con el talante y el talento que demuestran en
el día a día, la gestión para la colocación de ese invento y la gestión de las
reclamaciones?
¿De quien hubiera sido la culpa de “no” colocar todos los
millones necesarios? De las oficinas.
¿De quien hubiera sido la culpa de colocarlos “mal”? De
los de antes.
¿Y de quien hubiera sido la culpa de no aprovechar las
protestas en las oficinas, para colocar uno o dos seguros? De los mismos de
antes y de antes.
Cinco años después de la quiebra de Lehman Brothers, nada
ha cambiado, nada hemos aprendido. Eso si: 60.000 empleos menos en el sector
financiero español y un par de millones de parados, más, en todo el país.
Nuestros jefes siguen pensando que el cliente es alguien a
quien hay que exprimir como sea, y colocar un seguro de protección de pagos,
que solo es efectivo si el despido es improcedente, sigue estando en cartera,
aunque hoy en día ningún despido es improcedente... pero qué le importa eso al
que manda los correos. Si hay problemas: la oficina que no lo explicó bien y
mientras tanto.... ¿cuántos seguros has hecho hoy?
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