El pasado miércoles Recursos
Humanos nos presentó un esperpéntico
sistema de control efectivo de la jornada (perdón, del trabajo) que desde
luego no cuenta con nuestra aprobación. No os abrumaremos con más detalles de
un invento más cercano al control efectivo
de un galeote que el adecuado para una entidad financiera.
Recordamos que, ante una denuncia de UGT sobre
prolongaciones de jornada en iberCaja, los
representantes de Recursos Humanos manifestaron a la Inspección de Trabajo que
en iberCaja no existía un sistema de un control efectivo de jornada.
La Inspección de Trabajo, además de
levantar acta sancionando a la Entidad
por obstrucción a la Inspección, fijó el 31 de diciembre de 2016 como fecha
límite para la implantación de un sistema de registro de jornada. Este requerimiento es del año 2015, tiempo más que suficiente para, al menos,
intentar consensuar un método que contara con las aportaciones de todas las partes y garantías para la plantilla. Sin embargo, nos anuncian para el
próximo 1 de Enero la implantación unilateral de
un método de control de la actividad
diaria de cada trabajador.
En vez de eso, Recursos Humanos
ha dejado transcurrir el tiempo y encargado dicho sistema
a una empresa informática, que no sabemos con qué tipo de asistencia jurídica
ha contado para elaborar un control efectivo más del trabajo que de la jornada.
Por último,
dejan en bastante
mal lugar a los firmantes del Acuerdo de Horarios que vendieron
como una conquista el establecimiento de dicho sistema
de control para evitar prolongaciones de jornada.
Pues bien,
como sucede con casi todo en dicho acuerdo, no fueron capaces de cerrar el
sistema y ahora se encuentran con una chapuza
que esta sección
sindical va a tratar por todos
los medios de que no se implante y suponemos que ellos tampoco.
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