Esta semana nos hemos desayunado con la comunicación por parte de nuestra Dirección de que, dado que el Convenio que nos regía ha expirado, “este año no procede el disfrute del día de libre disposición”.
Embarrarnos en discusiones legalistas sobre la vigencia o no, de lo que nosotros entendemos como una clausula normativa del anterior Convenio, solo puede distraernos de lo que para nosotros supone semejante decisión:
- RUINDAD. No olvidemos que este día no le supone a la Caja NADA, no se cierran las oficinas, sino que son los propios compañeros los que facilitan dicho permiso al resto.
- MEZQUINDAD. Con la que está cayendo, la Dirección decide ir a lo suyo, sin importarle los esfuerzos de sus empleados en un entorno totalmente hostil.
- CINISMO. Este día se enmarcaba dentro del Convenio “como fórmula para facilitar la conciliación”, esto demuestra cual es la verdadera opinión de los gestores en este tema.
- HIPOCRESIA. Cuando interesa acudimos a la letra del Convenio, pero cuando no hacemos interpretaciones torticeras del mismo para NO CUMPLIR (no se nos olvida la actitud de hace un año para no incrementar salarialmente lo firmado).
Y todavía habrá alguien que justificará esta actitud, que a partir de ahora quede claro
PARA LA DIRECCIÓN DE IBERCAJA, SUS EMPLEADOS SOMOS
NADA
En el fondo agradecemos que se quiten la careta (de paternalismo y compañerismo). Así cuando a los mandos intermedios se les llene la boca con exigencias de DEDICACIÓN y ESFUERZO, sabremos como actuar.
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