martes, 12 de agosto de 2008

M I E D O.


Constantemente estamos recibiendo mensajes de que no debemos callarnos con los abusos de género que se producen en la sociedad.

UGT-iberCaja está muy de acuerdo con el enfoque de esa campaña “Ver, oír y no callar” y nos viene muy al pelo de lo que, de vez en cuando, te enteras que pasa en esta empresa. En esta empresa hay MIEDO.

MIEDO a disentir, a decir lo que se piensa, a opinar, a hablar, sobre todo si delante hay un superior. Pero nosotros no debemos callarnos, porque alguien tiene que denunciar esas actuaciones e intentar acabar con ellas.

Para muchos empleados de ésta empresa, y sobre todo si son de la Red y de fuera de Zaragoza, “la Caja” se acaba en el Director de Zona y el Territorial ya es el sumum. Son conscientes de que mucha parte de su futuro laboral depende del criterio, más o menos objetivo, más o menos subjetivo de estas dos personas.

Hace unas semanas se convoca una reunión, por la tarde por supuesto, en una dirección territorial que tiene oficinas hasta a 80 Km. de distancia.
 
Alguno de los cargos directivos invitados a esa reunión que ha tenido que trabajar hasta las 15 horas, dejar la oficina cuadrada, los clientes atendidos y con los objetivos “irrenunciables” enfilados, tiene la manía de querer comer en su casa y... llega tarde a la reunión.

El Director de Zona consideró ese hecho una falta de respeto hacia las personas que habían sido puntuales y... les hizo volver a los impuntuales al día siguiente.

Esperamos que, a quien le corresponda, Recursos Humanos o Red de Oficinas, lea estas líneas y de alguna manera le expliquen que los empleados de las oficinas deben ser tratados con la consideración que merece toda persona y que el hacer volver a una nueva reunión al día siguiente con la excusa de falta de respeto a sus compañeros, lo que demuestra es que usted tiene muy poco respeto a los suyos. – no se olvide que quienes están en las oficinas son compañeros suyos - Y que aunque le parezca, la Caja no es suya ni la van a heredar sus hijos.

Por último, no sabemos muy bien por qué le tienen tanto miedo los empleados de su zona y prefieren que la publicación de esta carta no se digan nombres evitando de esta forma que se les responsabilice del contenido de la misma. Esté seguro que el único responsable es esta sección sindical que no puede pasar por alto que una persona que tiene como una de sus misiones ayudar a sus oficinas se empeñe en complicarles la de por sí difícil misión a la que se enfrentan todos los días, que al final no es otra que trabajar para que usted cumpla sus objetivos.

En todo caso no dude que en caso de que situaciones de evidente injusticia como esa se produzcan, UGT-iberCaja seguirá haciendo patente al resto de los compañeros los desmanes de algunos en función de su cargo, para a ver si así todos entramos en razón.

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