miércoles, 7 de septiembre de 2011

LA VUELTA DE VACACIONES

Siempre, en agosto, parece que el trabajo se ralentiza. Muchos de nuestros clientes están de vacaciones, las oficinas se vacían de gente, incluso hay empleados que también disfrutan de ellas.

Además, prácticamente todas las personas que ostentan cargos de responsabilidad se han puesto de acuerdo (o así lo parece) para cogerlas en este mes. Desde la alta dirección hasta los directores de oficina pasando por las Direcciones Territoriales.

Incluso parecía que se podía seguir contratando productos sin la necesidad de rellenar y reportar diariamente lo que se hacia y quien lo hacia.

Pero ¡Ya hemos vuelto! Y volvemos a la rutina de reuniones y de exigencias.

Algunas con muy malos modos. Hay que recuperar el tiempo “perdido”.

Las Territoriales vuelven a su burocracia, destinando su tiempo a controles estadísticos, petición de informes, sin que aporten nada al negocio y a las oficinas. Nadie se moja, y cada vez cuesta más conseguir una respuesta ágil y profesional. Falta eficiencia y productividad por encima de las oficinas.

El momento es muy difícil, y las dificultades debemos encontrarlas en el mercado, nunca dentro de nuestra misma empresa. Los resultados en todos los sitios no son lo bastante buenos. Y vuelven a saltar los nervios y las malas formas. Vuelven a sonar amenazas y palabras mal sonantes. Se ridiculiza a algunos directores, cuestionando su actuación y su trayectoria.

Quizás nunca haya habido tantos directores con la autoestima por los suelos, ni en las oficinas tengan la sensación de que se les tiene en poca consideración.

Se están descuidando los comportamientos internos, y da la impresión de que nuestra Dirección mira hacia otro lado, fingiendo ignorancia, simplemente preocupados por que salgan los números.

Pero el deterioro de las formas y de las maneras esta traspasando los habituales corrillos, las llamadas de teléfono a los conocidos y las conversaciones de café. No nos engañemos, se respira malestar. Y cada vez es más general.

Tal vez sea en Cataluña donde se están perdiendo más las formas, donde los directores se debaten más entre el miedo y el deseo de mantener el puesto. Al menos es desde nos llegan con más fuerza las quejas sobre su Director Territorial. Los rumores sobre una supuesta fusión, con una entidad de aquellas tierras, pueden haber disparado el temor a que él ya no va a ser necesario. Y puede que esté intentando justificar su puesto, para que se vea que es imprescindible. Pero otros se creyeron imprescindibles antes que él,.... y cuando se fueron no pasó nada.

Por eso reproducimos la frase final de un anónimo (otro) que nos ha llegado quejándose del trato que reciben quienes trabajan allí:

“Queremos que nos lidere una persona razonable y sana, que nos trate con respeto y nos pueda servir de ejemplo, gestionando la consecución de resultados con dignidad y comprensión hacia sus subordinados”

Lamentablemente, no es en el único sitio donde puede aplicarse.

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