jueves, 7 de junio de 2012

Otro más... ¿y van...?.


En el pasado mes de Abril a resultas del despido de un trabajador de la provincia de Guadalajara publicamos una circular donde nos hacíamos una serie de preguntas sobre si se estaba gestionando correctamente la plantilla y el negocio.

Con fecha 31/05 otro director ha cometido irregularidades calificadas como de muy graves, ha sido expedientado y despedido. La explicación que vuelve a dar el afectado es que lo hacía por quitarse de encima al Jefe de Zona.

Igual que decíamos en Abril, si el expediente ha tenido las garantías legales, no hay nada que objetar. Una empresa financiera se basa en la confianza que depositan los clientes en la gestión de su patrimonio.

Pero cuando el motivo por el cual hay compañeros que se vuelven tontos y hacen tonterías, se repite y es por la presión de la Dirección de la Red, Jefe de Zona y/o Territorial, o tenemos directores agotados psicológicamente, que hay que relevar antes de que hagan tonterías, o estamos utilizando unos sistemas de gestión basados en el día a día, a cualquier precio y sin mirar costes personales y subjetivos.

También llama la atención que un director de oficina sea tan fácilmente “despedible” por su mala gestión, y otros que hacen ingeniería financiera para cumplir los presupuestos o ponen en el mercado productos imposibles, se vayan de rositas como “buenos” empleados y con el bolsillo lleno de dinero, que en parte ha conseguido ese compañero que al final ha metido “la pata”.

Reproducimos las ideas que transmitíamos el pasado mes de Abril, que son perfectamente válidas, ahora y a futuro.

  • Cuando un superior te está pidiendo de forma reiterada dejar el puesto, el zona o el territorial tendría que recordar que todos tenemos familia y si a una persona la tensionas hasta el límite, y cada uno tenemos un límite, puede salir por cualquier sitio: problemas normativos o problemas de salud propios y/o ajenos.
  • Cualquier problema puede tener solución. Menos si incumples la normativa o haces alguna otra tontería. Y ten en cuenta que no vas a ser tu quien va a calificar la gravedad del incumplimiento.
  • Al final casi deberemos agradecer que el empleado “sólo” incumpla la normativa, en lugar de reaccionar de otra forma y perjudicarse a si mismo o a otros.
  • Todos hemos visto u oído a compañeros llegar cerca del límite. A cualquiera nos puede haber pasado esto, o nos puede pasar y ninguno sabemos cómo reaccionaremos en el caso de sobrepresión del Jefe de Zona; o por poner otro ejemplo, en caso de atraco.
  • Hayas hecho lo que hayas hecho, NO firmes nada sin asesoramiento PREVIO o la presencia de un abogado o de un delegado sindical.
  • Te argumentarán que interpretan como buena voluntad que no busques asesoramiento; lo que te aseguramos es, que en unos días, cuando todo se sepa, todos los que se atrevan te dirán que por qué firmaste sin asesoramiento.
  • Si te sientes mal o no sabes cómo salir de donde te has metido, habla con un amigo o compañero. Los sindicatos, o mejor dicho TÚ sindicato está para eso, para poder escucharte y asesorarte si llega el caso.
  • Si recibes presiones desde tu Zona, para llegar a objetivos, retener pasivo o vender más, trabaja con todas tus fuerzas, pero no hagas tonterías: todo está inventado ya. Piensa en tu familia.
  • Si no resistes la presión, o te das cuenta de que estás empezando a pensar en cosas raras, plantea a tu Zona (o Territorial si hace falta) dejar el puesto. Él te pedirá que dimitas (más margen de maniobra para la empresa), y tú deberías pedir que te cesen (no consigues llegar por falta de recursos). Tú sabrás qué hacer; si no lo sabes, llama a tu sindicato.
  • Y para terminar. Actuaciones de este tipo pueden llegar a perjudicar a terceras personas de la misma oficina: subdirector que no controla todo lo que debiera, trabajadores que se dejan el terminal abierto,.... situación que estamos seguro que el compañero no busca en absoluto.


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