Los elementos fundamentales de la comunicación son: Emisor, Receptor
y Mensaje (además de Canal, Contexto
y Código).
Cuando se envía un mensaje, por muy lleno de buena
voluntad que se suponga, hay que entender que los elementos pueden desvirtuar
el mismo.
Viene esto a cuento de algunas actuaciones en relación con
un Concierto Solidario que para empleados de la D.T.
de Madrid se celebrará el próximo 14 de Enero.
Lo primero es entender que dicha finalidad solidaria,
justifica por si misma la participación de cualquiera que así lo desee
libremente. Recalcamos: LIBREMENTE.
Pero esto se desvirtúa, como comentábamos, cuando la “invitación”
viene de un superior jerárquico (emisor) en el
trabajo diario (contexto).
Cuando esto ocurre el empleado (receptor) puede
entender una invitación como una orden, un acto solidario como
una reunión de trabajo y un donativo como una coacción.
Pero la cosa puede cambiar si hablamos del canal. Si esta
invitación se hace por escrito todo depende de cómo se lo tome cada uno, aunque
si no nos conociéramos... Si se hace por teléfono, o directamente, entonces ya se
ve claro el tono y la forma de la “invitación”.
Claramente no todos los zonas actúan igual, y no podemos
meter a todos en el mismo saco, pero...
¿No hubiera sido más fácil que el recordatorio del evento lo
hubieran hecho directamente desde la Obra Social, por ejemplo? Si es que era
necesario recordarlo.
Pero hablemos claro, resulta muy TRISTE
ver como algunos utilizan hasta el más irreprochable de los
acontecimientos para realizar sus habituales ejercicios de poder, y para
demostrar su autoridad ante otros superiores, que también los realizan con
ellos. Y en este ejemplo, tenemos claro, que se está jugando a ver quien “aporta”
más empleados al evento.
Que en una reunión de la DT de Madrid, éste sea un punto
del orden del día y que se resuelva diciendo que hay que “fomentar
la asistencia de todos los empleados” (sic) nos crea dudas sobre el
quehacer de ese colectivo. Y claro si la DT dice que hay que fomentar la
asistencia, ¿cómo lo transmite un DZ?. A tope.
¿Acaso da miedo que el evento sea un fracaso?
Porque cada uno tendrá sus circunstancias y ya se
sacrifica bastante a la familia por el trabajo como para sentirse obligado a
acudir a una velada que considerabas “voluntaria”. ¿Alguien ha calculado el
coste monetario y de tiempo si además tienes que desplazarte a Madrid? ¿Y si
alguien no
quiere donar a Cáritas? ¿Y si quiere donar a ...?
La plantilla ya ha demostrado su solidaridad con creces y
lo hace, además, en el día a día de las oficinas estando al pie de los problemas
de la sociedad, cosa que alguno no puede decir, porque hace tiempo que no va a las
oficinas más que de paso.
¿Alguien ha valorado el efecto, y el resultado de hacer un
acto solidario “obligatorio”?
No hay comentarios:
Publicar un comentario