miércoles, 2 de diciembre de 2009

Las Cajas, el futuro y UGT.


La economía libre de mercado nos ha traído la globalización, y la globalización ha inducido la mayor crisis del sistema financiero mundial de las últimas décadas.

Y al calor de la crisis, los que nunca en ninguna crisis pierden, parece que quieren acabar con las cajas de ahorros. O por lo menos con la importancia objetiva y subjetiva, aparte de ser el 50% del sistema, que todavía en España mantienen las cajas de ahorros en el conjunto de la sociedad y del propio sistema financiero.

No existe en el resto del mundo una entidad financiera como las cajas de ahorros españolas. Con sus imperfecciones, evidentes, en la discusión participación política/participación ciudadana, y sus grandes beneficios para la sociedad, como es la vertebración social y geográfica de grandes estratos sociales y la no menos importante de la Obra Social.

Pero un desarrollo temeroso de la LORCA, constreñido por las propias direcciones de las Cajas y el papanatismo autonómico, más el autismo (u otra cosa) de los responsables políticos y la debilidad, producto de la globalización, del órgano supervisor, Banco de España, nos ha hecho llegar a finales del 2009 con la necesidad de acometer una serie de medidas en el conjunto del sector: Más apremiantes en unas entidades que otras, según les va la cuenta de resultados.

Así pues, quieren “convencernos” de que hay que reducir la “capacidad instalada”; eufemismo que quiere decir que “sobran oficinas y empleados”.
 
Y entonces... ¿ qué ? : ¿ Truco o trato ?


Hay que preocuparse lo justo. El cierre de oficinas, no tiene por qué implicar despidos en una regla de tres pura y simple. En España el ratio de empleados por oficina bancaria es el más bajo de Europa. A principios de los 90, cuando muchos de los actuales empleados de las Cajas, todavía estaban estudiando, existían unas 80 cajas; ahora hay 45 y hay más trabajadores que en aquellas 80.

Dice y repite la Dirección de iberCaja que la posición de la entidad en el conjunto del sistema es buena; lo cual, básicamente, quiere decir que la mayoría están peor. Pero eso es a día de hoy. La única certeza es la incertidumbre de mañana.

En estos momentos hay en marcha dos grandes grupos de procesos en el sector. FUSIONES, a lo clásico: varias catalanas, las andaluzas y en Castilla y León. Y el otro proceso, que es un invento al que se agarran algunos, porque les permite mantenerse en sus poltronas, aunque eso signifique que se “cargan” las cajas de ahorros: es el Sistema Institucional de Protección (SIP).

A los que llevamos tiempo en esto de las cajas y de las relaciones sindicales/laborales, no nos asustan las fusiones; son duras y complicadas, pero si se hacen bien, la caja resultante suele ser mejor y el tema laboral se resuelve negociando. Hay Trato.

Pero a los mismos, nos preocupan y mucho los SIP. Suena a experimento del supervisor, de a ver que pasa si autorizamos un SIP... nos quitamos el problema de la caja tal, o de la tal más la cual, de forma barata, y si la sociedad no respira, luego a por otras. Y, siempre se ha dicho, que los experimentos... con gaseosa. No hay experiencias previas, no hay apenas normativa y la que hay no se ha desarrollado. ¿Hay Truco?.

UGT está manifestándose en contra de los SIP en aquellos Consejos de Administración de Cajas que han llevado la decisión a votación, porque es un sistema que atenta contra la propia naturaleza jurídica de las cajas y llevado al extremo puede suponer la privatización de las entidades.

Cándido Méndez en el Comité Confederal de UGT, máximo órgano entre congresos, ue se ha celebrado en estas fechas, alertó de lo anterior y de la “bancarización” de las cajas de ahorros a través del SIP, ya que se utiliza de herramienta de fusión a un banco (la norma dice textualmente “establecimiento financiero de crédito”: un banco, una sociedad instrumental,... ya no es una caja de ahorros).

Defender a las cajas de ahorros es algo más que defender el empleo, que es lo primero. También es defender un tipo de banca cívica, integradora de la sociedad y al servicio de ella. Donde llega una caja de ahorros, NUNCA llegará un Banco.

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