viernes, 19 de octubre de 2012

NOTICIAS DEL MÁS ALLÁ.


El pasado 16/10 la Dirección de Liberbank citó en Madrid a la representación laboral para comunicarles una serie de propuestas laborales con vistas a la reducción de costes salariales.

El primer planteamiento supone un duro recorte de las condiciones laborales en la línea habitual de suspensiones de contrato, reducciones forzosas de jornada y sueldo, suspensión de la aportación al plan de pensiones, eliminación de beneficios sociales recogidos por convenio, etc.,... en algunos casos permanentemente, en otros por periodos de 3 o 4 años.

En ningún momento se habla en esas medidas de aquellas que pudieran afectar a la Dirección o a los Órganos de Gobierno de las cajas del grupo o del banco. Vuelve a parecer pura Ley del Embudo.

Quien tiene la sartén por el mango y cuenta con el apoyo de una legislación que ya casi le deja hacer de todo, se permite tomar medidas salariales y sociales en contra de quien se ha limitado a obedecer las ordenes recibidas, como mejor ha sabido, a cobrar lo estipulado declarándolo todo y a vivir con la tensión añadida de temer casi tanto a los clientes, como a los jefes.

Como viene sucediendo, la casa se empieza por el tejado. Antes de que sepa Liberbank si el Banco de España y Bruselas le aprueban el plan de recapitalización le metemos la tijera a los curritos y eso que llevamos adelantado.

Los problemas de las entidades financieras no nacen en las oficinas, no nacen del trabajo mal hecho por un puñado de trabajadores.

Nacen de los planes estratégicos hechos en bonitos despachos con asesores de postín que han cobrado su buena pasta y ahora ponen cara de póker o se aprovechan de alguna de sus múltiples caras para pontificar sobre lo que debe hacer la sociedad.

Nacen en las apetencias megalómanas de directivos que pensaron que la máquina de billetes no tenía fin, y que su plan de pensiones le permitía ver el futuro de color rosa “dorado”; con el inestimable apoyo de una cohorte de jefes y jefecillos que se conformaban con las migajas que se caían del mantel.

La senda que ha señalado la dirección de Liberbank es demasiado real y demasiado grave, como para no preocuparse. Y la legislación actual, esa que no hemos sabido parar, por miedo o por ignorancia, la hace viable para las empresas del sector: solamente hay que justificar pérdidas o disminución de beneficios.

En iberCaja, de momento, no nos hemos visto, más que muy de soslayo, en ninguna de las movidas que están ocurriendo por todo el sector. Lo cual no garantiza que no nos vaya a ocurrir a futuro. No nos van a preguntar a los trabajadores, si queremos fusión, como debería ser un plan de recapitalización, etc.,...

En UGT-iberCaja tenemos la certeza de no somos los responsables del problema.

Cuando la economía ha ido bien, hemos cobrado solo el IPC, por responsabilidad; y cuando la cosa ha ido mal... llevamos 2 años de salario congelado.

Si algún día nos toca bailar con la más fea, lo haremos. Pero tenemos claro quien cobra lo que cobra por dirigir esta empresa y quien es el responsable del pasado, del presente y del futuro.

Mientras tanto TODOS vamos a tener otra oportunidad el próximo mes de Noviembre de decir NO, a esta forma de salir de la crisis: pagando solamente los curritos la factura que NO hemos creado. Piénsate bien, qué hacer ese día.

No hay comentarios: