martes, 23 de marzo de 2010

RETRIBUCION VARIABLE PARA (algunos) EMPLEADOS

Ha transcurrido el primer ejercicio de aplicación de la retribución variable para empleados “rasos”. Empleados sobre los que la organización hace recaer todo tipo de agravios empezando por la retribución variable, pasando por el respeto a la jornada laboral, derecho a la formación, igualdad de género en la promoción profesional y otros aspectos que hacen en la práctica dos clases de empleados que en nada favorece a la idea estratégica de que todos somos un equipo.

En esta “guerra” intencionada y en el “sálvese quién pueda” es donde las organizaciones pretenden fidelizarte para que dependas de sus beneplácitos y romper la unidad de los trabajadores.

Pues bien, con esta trama se diseñó este Plan de retribución en la que como sabemos el 50% de la misma se deja a criterio del Director o Responsable de la Oficina, aunque sobre la base de unos parámetros que se enumeran en la normativa y de los que parecía deducirse que serían desarrollados para evitar la subjetividad de sus valoraciones.

Pues no. Una vez más se deja en la ambigüedad y por tanto en la falta de unidad de medida de tales parámetros, dejando su valoración al buen criterio, o arbitrariedad, del superior.

Si se crea un sistema retributivo en el que su evaluación no puede ser medida o cuantificada, pierde validez y credibilidad el sistema.

Además en este caso, se esta creando un agravio comparativo con otros segmentos de la RVO que carecen de parámetros “no medibles” para su determinación.

Por ejemplo, respecto a la cantidad de cursillos de autoformación. ¿Da igual cualquier curso? ¿Dos cursos son muchos? ¿Por qué tienen que ser cursillos del iberCampus? ¿Puedes hacer cinco cursos y que tu jefe opine que esos “no”?

Entendemos que pueden existir compañeros perjudicados por la subjetividad del sistema. Por ello para tener una evaluación de su incidencia, si algún compañero está en esta situación puede, por el camino que considere oportuno, hacernos conocedores de ello.

Pedimos a la dirección de RR.HH., que de cara a evitar situaciones injustas, dote a los diferentes parámetros de un contenido específico y no interpretable subjetivamente, ahora que se pone en marcha el segundo año del sistema.

Sería así mejor para el evaluador, para el evaluado y para la credibilidad del sistema.

A no ser que lo que se quiera es que reine la subjetividad; la adulación; el amiguismo; el parecer; el estar; el aparentar; el incumplir, por exceso, el horario laboral, etc.,...

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