miércoles, 24 de marzo de 2010

RESPONSABILIDAD

Muchas veces hemos oído decir: Las cajas están politizadas ¡La culpa de la situación es de los políticos!

A muchos de nosotros, los que llevamos años trabajando en una caja, esto nos suena a marciano (si es que el marciano existe), ya que muchas veces la presencia de los políticos no la percibimos, ni para bien, ni para mal. En cambio, si que se nota en el día a día el peso de la Dirección.

Los verdaderos dueños de las cajas son las direcciones, que en algún caso se han dejado “manejar” por el político irresponsable de turno, lo cual ha originado una mezcla explosiva y fatal para esa caja.

Cuando vemos lo que está pasando en algunas cajas, se ve claramente que es el equipo directivo el que en sus ansias de mantener el sillón maniobra, hace y deshace... contando con la complicidad activa o pasiva de algunos responsables elegidos por la sociedad, que no se enteran o no se quieren enterar.

Cajas que un día están en una operación y al otro están en otra, o en ninguna, no es porque los empleados o los políticos, estén moviendo los hilos a su antojo. No. Es porque alguno mira más por su futuro sillón, ahora que empiezan las vacas flacas, que por esa entidad a la cual dicen amar tanto.
 
Las direcciones generales se han acostumbrado, mal, a ir de profesionales y a que nadie les tosiera y cuando las cifras salían bien eran intocables. Pero es curioso que con cifras y gestiones que ponen en evidencia esa “profesionalidad”, siguen siendo “prácticamente” intocables.

Ni el poder público, ni las instituciones, ambos representados en los órganos de dirección cuestionan, o han cuestionado, a estos equipos.

Entre unos y otros, incluido el Banco de España, se ha destapado la caja de los truenos: las fusiones, o la privatización encubierta, como solución. Pero después de un año (intervención de CCM) de ponernos en canción, parece ser que a los poderes públicos les ha entrado “flaqueza”, “tembleque”... mientras algunos directivos van de vivales y los empleados “afectados” están con el aaaaayyyy en el corazón.

Las fusiones nos gustan poco, se pierden empleos, y menos nos gustan otros “inventos” (SIP, cuotas, etc.,...) pero una vez que han metido a las cajas en este embrollo... ¡¡¡ Que alguien las saque !!!

Si las cajas son viables y se tienen que mantener, que se tomen las decisiones que ayuden a este fin: desde las instancias políticas, desde las instituciones y desde las direcciones de las propias entidades. Y si alguien pretende “jugar” con el riesgo que esto conlleva, que vaya con cuidado con los efectos secundarios... porque para los trabajadores y las trabajadores son efectos muy importantes y nada secundarios.

Desde UGT no podemos tolerar que se continúe con esta situación incierta: un paso adelante ahora, y un paso atrás después. Se puede estar desbaratando el sector, con lo que ello implica para la parte más débil del sector. cual es la parte más débil del sector? Las empleadas y los empleados.

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