La pregunta como todo el mundo imaginará es retórica; si abres el ordenador, ahí está el CMI. Pero... ¿funciona?
Hace tiempo ya que comentábamos la barbaridad de dineros que había costado el CMI, pero nos habían contado tantas maravillas de él que decíamos “bien empleados estarán”. Recordad que el CMI permite, o permitía, tener los datos de la entidad de forma puntual homogénea, agregada, desagregada, total, parcial, de hoy, de ayer, de mañana, desde arriba, desde abajo y de todas las maneras posibles, automático e inmediato. Solo faltaba entre sus cualidades “... y sumergible”.
Pero, al parecer, nada como las cosas hechas a mano y con cariño. Y así, es preferible que todos los directores de la Red, los de las zonas, los de las territoriales,... todos como un solo hombre elaboren a la voz de ¡¡ya!! cada día un sudoku para traspasar los datos del ce-eme-i (ah pero...¿no es fiable?) a una simple hoja de cálculo, que una vez cocinada, repasada, recocinada y refundida en los distintos niveles, pueda ser ofrendada a la superioridad, para que tenga información del efecto que los precios de la competencia tiene sobre la cuenta de resultados. No es pequeño el esfuerzo para el previsible y magro resultado, si a los precios de la competencia unimos cierto nivel de incompetencia....
Ahora eso, si. Este trabajo requiere todo nuestro interés: olvidaros de fusiones, infusiones, jubilaciones, vacaciones, oposiciones, traslados, etc.,... ¡¡¡Esto es la guerra!!!
Hace poco le preguntamos a una compañera sobre su director y nos contestó: Ah, muy bien, bueno, no sé; se pasa todo el día en el despacho, a puerta cerrada, haciendo informes.
En dos palabras: Im... presionante.
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